El entorno limita totalmente el diseño de este museo dedicado a la historia de la ciudad de Bayona. Al estar situado entre la catedral de la ciudad y un antiguo edificio histórico a mantener, se decidió soterrarlo e iluminarlo mediante unos patios irregulares que limitan tanto la forma y el orden de la exposición, como espacio público resultante en la superficie. 

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El único elemento que flora en la superficie es la entrada y la cafetería, dos elementos de escala muy reducida, con el objetivo de mantener la armonía lograda con el soterramiento.

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